martes, 9 de abril de 2013

Realismo


¿Cuándo?
El realismo surge en Francia en la mitad del siglo XIX y llegando al siglo XX, luego de la Revolución Francesa.  El desencanto por los fracasos revolucionarios hace que el arte abandone los temas políticos y se concentre en temas sociales. La industrialización determinó la desaparición del artesanado y la formación de una numerosa población obrera acumulada en los centros urbanos. Con ello, las condiciones de vida económica y social sufren una alteración profundísima, que se refleja en las ideologías.
Este período se caracterizó por los avances de la tecnología, medicina y ciencia en general; fin de la esclavitud en los países desarrollados; liberación de la mujer en la mayor parte de los países; pero también por crisis y despotismos humanos, que causaron efectos como las Guerras Mundiales; el genocidio y el etnocidio, las políticas de exclusión social y la generalización del desempleo y la pobreza.


¿Qué?
Hubo muchos cambios al pasar del romanticismo al realismo, siendo los principales las consecuencias sociales emergentes de la industrialización, así como por ejemplo la explotación laboral en la que se veían incluidos tanto mujeres como niños, como también una mala alimentación, hacinamiento en las viviendas, pestes y desolación. Los artistas como una forma de protesta, se dedicaban a interpretar la realidad social imperante en el momento tal como era.
Como dijimos anteriormente, la temática ya no será la misma que era hasta ese momento, o sea los temas basados en personajes bíblicos, mitológicos, históricos, dando paso a una nueva, la costumbrista, la popular, donde se pinta a la gente en plena faena, con la fatiga que esto conlleva, los personajes son tomados preferentemente de las clases sociales menos favorecidas: campesinos, obreros, emigrantes; es el mundo del trabajo en toda su miseria, también se pintan animales, paisajes, bodegones, o sea al mundo que lo rodea, el mundo real.

¿Cómo?
En cuanto a la técnica pictórica, el carácter que distingue a la pintura moderna, es también la importancia que se da al desempeño, el cuidado que se otorga al claro-oscuro, a la perspectiva, y sobre todo al color; el afán constante por conseguir el efecto pictórico, y la plasticidad y relieve que se da al cuadro, mediante la franqueza y generosidad de la ejecución. Es preciso hacer notar que desde el punto de vista técnico, el realismo no introduce novedades sino que revitaliza la técnica de los grandes maestros barrocos, especialmente de los españoles. El realismo barroco, en cuanto al estudio de la luz y de las calidades, vuelve a tener vigencia. La pincelada es firme, el contorno preciso.
En general la técnica de los pintores realistas es muy detallista, muy puntual especialmente en los dibujos que realizan, ya sean como bosquejos de preparación, así como fondo o primer paso para aplicar el color. Usan el óleo y obviamente la pintura de caballete, las dimensiones varían según el autor y el tema elegido.

¿Quién?
Jean François Millet (pintor francés) nació en una familia de campesinos de Normandía y, gracias a una beca, pudo estudiar pintura en París, en el estudio de Delaroche. Sus primeros retratos y cuadros mitológicos nada tienen que ver con sus posteriores obras de tema campesino, en las que se enaltecen la vida y las ocupaciones diarias de las gentes que trabajan en el campo.




La obra ‘Las Espigadoras’ fue pintada al óleo en 1857 por el pintor francés Jean François Millet. Ésta presenta a tres mujeres en plena faena, agachadas para recoger las espigas; son mujeres de carne y hueso, ataviadas con los ropajes de la región de Normandía donde el pintor vivía. Sus posturas reflejan la fatiga que provoca su labor, el cual era el más duro y menos reconocido entre las tareas rurales Al fondo contemplamos los almiares y la carga de la carreta, en un ambiente de atardecer que envuelve toda la escena.
Los colores son vivos, aplicados con seguridad para resaltar el dibujo firme, acentuando los volúmenes en una de las obras más impactantes del movimiento realista.
La pintura es famosa por mostrar de una manera muy humanista la realidad de la sociedad rural del siglo XIX, lo que fue mal recibido por la clase alta francesa. El cuadro actualmente se encuentra en exhibición permanente en el Museo de Orsay en París.

Sitografía:

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